lunes, 15 de junio de 2009

shopaholic?



Adictas a las compras?

Bueno, tengo que comentarles como sucedió el escribir esto: Hoy me alquilé la película "Confessions of a shopaholic" tengo que decirles es muy buena película, a mí me encantó; pero lo que más me llamó la atención fué la desesperación de las mujeres por la única cosa que en ese momento les parece importante: comprar. Si, nada más existe a la hora de las rebajas y los descuentos, todas las mujeres entendemos que comprar es como un estilo de santuario, el momento propio y de nadie más. Pero...es eso en realidad saludable? puede convertirse en una adicción? la respuesta a esto último es sencilla y clara: Sí, en muchas mujeres, algo que vendría a ser pasar tiempo con una misma sin que nadie interrumpa, se convierte en una adicción, algo que no pueden dejar de hacer, es como pasar por una vidriera y sentir que si no entra y se compra esa prenda es la muerte. Bueno, esto claro beneficia a los comerciantes enormemente, pero...nos beneficia a nosotras? no, creo que no. No tomen a mal lo que estoy escribiendo, después de todo es una opinión, nada más. Pero todo surgió al ver las locuras que las mujeres son capaces de hacer por una prenda más en su closet. Vale tanto la pena una prenda más? Sí, si uno realmente la necesita sí, pero en realidad...la necesitamos? esa es una pregunta que solo nosotras mismas vamos a saber la respuesta al sentarnos a evaluar nuestra adicción a las compras. Claro que comprar es algo especial, sobre todo si lo hacés con tu propio dinero el cuál te ganás esforzándote día a día, pero no es especial a la hora de ver que todo ese dinero ganado se fué por una adicción a las compras, no les parece?

Bueno, es mi opinión, yo creo que tenemos que dejar de lado la influencia ajena y ponernos a pensar realmente sobre las compras. Yo, personalmente, me encanta salir de shopping, pero de vez en cuando y moderadamente.

Las quiere,

Hayley

miércoles, 10 de junio de 2009

Una nueva oportunidad

Una nueva oportunidad:

¿Qué sería de todos si no hubiera segundas oportunidades? Seguramente no se podría rescatar ninguna relación, obtener nuevamente un trabajo, poder rehacer una prueba para salvar una nota, entre muchas otras cosas; todas ellas dependen de las segundas oportunidades. Una oportunidad, en el amor, es una segunda chance para hacer y demostrarle a aquella persona especial lo que sentís por ella y reparar todos los errores. Una segunda oportunidasd, en el trabajo, es demostrarle a tu jefe y a tus colegas que sos capaz y que merecés ese puesto en el trabajo, que es algo destinado a estar con vos. En la vida, segunda oportunidad, significa volver a vivir, tener una segunda oportunidad para arreglar errores y disfrutar cosas que se te dieron en la vida y que no llegaste a disfrutarlas con total amplitud. Por eso se dice que cuando ves que todo se está desmoronando, que nada es lo que parece, te sentís solo, bueno, siempre que se cierra una puerta se abre una ventana con una esperanza una paz y una luz, las cuales tenemos que aprender a encontrar y saber valorar, sin despreciar nada de lo que te dan.
Por eso me gusta tener la oportunidad de decir que puedo viajar y conocer el exterior, por lo menos, puedo conocer algo, aunque tenga que estudiar, vale la pena. Ustedes no lo creen?

miércoles, 3 de junio de 2009

Bubble



Bubble

Entrar de nuevo por esas puertas, volver a aquel edificio donde mis sueños habían sido destrozados junto con mi corazón, era ser masoquista. Pero no queda otra opción cuando tu madre se muda de ciudad en ciudad porque le rompen el corazón. Esta vez volvería a la ciudad con su ex novio Stephen, quién según el concepto de mi madre, le había roto el corazón. Siempre me mudaba a causa de su corazón, pero…y él mío? Sí, aquel que se rompió a causa de sus relaciones viajeras, sí, porque son eso.
Por fin había encontrado al muchacho perfecto, aquel que me valorara por como soy, que me quisiera y respetara, pero como todo lo feliz, tiene que terminar; y terminó, cuando a mi madre le dolió la separación de ella con Stephen. Hoy volvería a aquella escuela donde lo conocí, ambos teníamos nuestros sueños y nuestras aspiraciones, pero nunca perdimos el amor por el otro. Éramos diferentes, sin lugar a dudas, diferentes pero aquellas diferencias nos unían aún más. No eran solo diferencias de pensamiento, sino también sociales. Él era de la clase alta, yo…bueno no exactamente.
Sentía la mirada de todos sobre mí. Miradas nuevas y miradas conocidas, de quiénes no me reconocían por el avanzado tiempo sin vernos. Sí, había cambiado mucho. Llegué hasta el casillero indicado por la directora y coloqué la clave en él. Tomé mis libros y, al momento de cerrarlo, escuché un par de risas, pero no les presté mayor importancia. Me di vuelta al mismo momento en el que mi corazón se estrujaba y se hacía un nudo mi garganta. Ahí estaba él, abrazado y besándose con una chica pelirroja, la cuál reconocí enseguida: Justine. Ella había sido mi mejor amiga durante mi estadía en L.A. Al parecer, mientras yo lloraba por la pérdida y separación, él no perdió tiempo para engancharse con otra. Aguanté las lágrimas para dirigirme hacia el aula de mi primera clase.
-Hola me llamo Blair….-ah sí, me tuve que presentar frente a todos los alumnos del curso. No me era desconocido el sistema de presentación ni lo que tenía que decir, ya que lo hacía en cada lugar al que nos mudábamos. Noté su mirada curiosa sobre mí, pero no le di importancia. Terminé de presentarme para dirigirme a mi banco atrás de toda la clase. Al tocar la campana, tomé mis libros para dirigirme fuera del lugar. Mi mala suerte fue que Justine se acercó a mí.
-Blair?-dijo mirándome y sonriendo falsamente-sos vos?
-Justine!-dije jugando la misma carta de falsedad que ella había elegido anteriormente-como anda todo?
-bien…-estaba esperando la bomba-no sabes!
-Que?-dije haciéndome la desentendida.
-Estoy de novia! Y con Joe!-en ese momento, sentí como todo el edificio parecía caerse sobre mí, como si la tierra ejerciera mayor fuerza de gravedad sobre mí que sobre el resto de mis compañeros. Tenía que fingir felicidad, cuando en realidad en mi interior se estaba rompiendo mi corazón en miles de fragmentos por ser atacado por pequeñas astillas de hielo. Mis ojos se tornaron llorosos. La salude felicitándola, para escabullirme entre el alumnado hacia el campus, a sentarme apartada de todo. Perdí el resto del día, pero a decir verdad, no me importó. No iba a estar concentrada en las materias y mi mente estaría todo el tiempo reproduciendo las imágenes de aquella pareja. No podía entender como me había hacho esto. Tan insignificante fui en su vida? Al parecer sí. Me senté en el pasto dejando que las lágrimas siguieran su camino por mis mejillas dejando un rastro húmedo a su pasar. Perdí la noción del tiempo, hasta que sentí como alguien se sentaba a mi lado.
-Blair?-miré a mi lado y ahí se encontraba mi mejor amigo, quién me había apoyado en los peores momentos, a quién había extrañado notoriamente.
-Nick?-lo abracé y hundí mi rostro en su pecho, mientras él me rodeaba con sus trabajados brazos.
-Blair no llores por él, no merece tus lágrimas.
-Es que…perdí mi tiempo llorando por él….se olvidó de mí…como lo hace con todas.
-Blair, el no merece todo esto, no merece tus lágrimas ni tampoco el tiempo que estas perdiendo por pensar y lamentarte por lo que él te hizo-lo miré. Sus ojos marrones me hipnotizaban por completo. Sin duda estaba cambiado, pero ese cambio lo hacía un muchacho muy maduro para su edad. Claro, Nick es casi tres años más chico que yo, pero eso no evitó nunca que él sintiera cierto predilecto por mí entre todas las novias de Joseph.
-Nick, entendeme, pensé que me amaba pero…se olvidó de mí….está con Justine!-escondí mi rostro entre mis manos y sollocé. Noté que levantaba mi rostro hasta quedar a la altura del suyo.
-Blair, siempre fuiste tan fuerte y este es uno de esos momentos en el que tenés que serlo-lo miré sin entender-yo sé que siempre te va a gustar él, pero….y que nuestra diferencia de edad es grande…
-Si, casi tres años….
-El no te merece, no supo apreciar a quién tenía a su lado, sino que se preocupó por las conquistas que podía realizar en ese momento….
-Nick, a que querés llegar?-le dije intentando de que deje de darle vueltas al tema y dijera el punto central de todo esto.
-Blair, te amo-mis ojos se abrieron de par en par-desde que te ví entrar en casa de la mano de mi hermano, la primera vez que me saludaste…nunca había sentido eso por una chica y vos me hiciste sentirme enamorado con solo mirarte la primera vez…-acarició mi mejilla con sus dedos-sos hermosa en todo sentido, una belleza interior y exterior, algo que no se encuentra siempre…
-Nick, yo…-no pude terminar, ya que se acercó a mí para posar sus carnosos y rojizos labios sobre los míos. Nuestros labios se movían a un compás inexistente hasta ese momento para mí, todo parecía encajar perfecto: nuestros cuerpos, el uno pegado al otro, nuestros labios, todo. Al estar con él, parecía que nos encontrábamos en nuestra propia burbuja, nada importaba, ni Joseph, ni mis problemas con mi madre, nada, solo nosotros dos en ese lugar y tiempo; abrazados y demostrándonos todo nuestro amor. Sí, lo amo…Joe, el solo fue mi pase, por así decir, para acercarme a quién realmente tengo que estar. Nick es parte de mí, no importa la diferenta de edad, nunca lo hizo y menos en el amor. Que importa la diferencia de edad, cuando estás enamorada y en tu propia burbuja?

The End

espero que les agrade la short story, fué escrita durante las clases pero la intención y calidad es lo que vale, no??

besoos

Hayley